viernes, 12 de octubre de 2007

EL BUEN LADRÓN


Inspirado en la novela "El declive y la cuesta"
de Mercedes Salisachs

"... Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino.
Y le respondió: En verdad te digo:
hoy estarás conmigo en el Paraíso"
Lc 23,39-43


Cuán difícil nos es comprender
y aceptar el perdón
porque va más allá de nuestra esencia humana
porque endurecemos nuestro corazón
con la soberbia, porque nos olvidamos que
existe un Dios que nos perdona

Perdonar el odio, la violencia, la injusticia
perdonar el crimen, la maldad, la mentira
perdonar las ofensas, los insultos,perdonar a los otros,
perdonarnos a nosotros mismos
no nos bastaría una vida para aprender a perdonar

"...perdona nuestras ofensas como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden..."
así Dios nos enseña en la oración y no entendemos

¿Cómo entender el perdón si no nos acercamos a El?
solo con la fe encontramos las respuestas
mirando la cruz que nos observa, que nos guía
que nos recuerda nuestras caídas
que nos llama a nacer cada día

¿Cómo entender el perdón?,
solo viendo a Jesús clavado
y desnudo en un madero
crucificado como un reo entre dos reos,
sediento de amor, de misericordia y de almas,
El que es Hijo de Dios se hace
oprobio entre los hombres
para que la humanidad reciba
de su sangre derramada
... el bautismo del perdón...
perdónanos Señor...

Cuánto nos cuesta aceptar
que en esa Cruz está la salvación
que sin dolor no tiene sentido vivir
que después de la muerte hay vida eterna
que Dios nos ama aun más en las flaquezas
que su Amor no exige recompensa

Para todos nosotros hay redención
desde el más bueno hasta el más pecador
así como Dimas llamado el buen ladrón
que murió con Jesús en la crucifixión
ese criminal que halló en la mirada
de Jesús el perdón

Porque para Dios el perdón no tiene alcance
solo basta arrepentirnos, reconocernos pecadores
porque sin arrepentimiento
somos otros criminales, sin humildad,
sin conciencia, sin temor de Dios
muriendo en nuestra culpa,
solos en nuestra aflicción

Y el buen ladrón es un ejemplo de conversión,
a las puertas de la muerte Dios se le reveló
encontró en Jesús el Verdadero Amigo
cuando abrió su conciencia a la luz divina,
el Señor olvidó todos sus delitos y lo perdonó

Pidamos tambien nosotros
como el ladrón arrepentido
reconociendo ante El nuestras miserias
y sintiéndonos merecedores de su Amor
... Acuérdate de mí Jesús desde tu Reino...
así las puertas del Cielo quedarán abiertas
donde el Señor nos espera.

6 comentarios:

Josimas dijo...

Yo creo que el arrepentimiento de Dimas es oportunista y propio de un hombre de debil caracter. Viendo que ya nadie puede evitarle el horror de la cruz y que va a morir sólo y de manera vergonzosa, reniega de su depravada vida pasada por si acaso fuera cierto que el reo que tiene a su lado tuviera algun poder celestial.

Maria Jose Acuña Belaustegui dijo...

Bueno , muchas veces buscamos a Dios en el último momento, si el arrepentimiento de Dimas no hubiera sido sincero Nuestro Señor Jesucristo que es el Hijo de Dios lo hubiera sabido no crees? Para Dios nunca es tarde para perdonarnos si sinceramente deseamos estar con El. Dios te bendiga y gracias por dejar tu importante testimonio. Un abrazo Ma.José

Josimas dijo...

El arrepentimiento de Dimas es sincero, pero insisto que es propio de un hombre de carácter débil.
Instantes antes de suplicar el perdón también insulta a Cristo y al cabo de poco cambia de opinión y le implora que le tenga a su lado. Yo creo que fueron los dolores espantosos de su crucifixión los que le hicieron cambiar. Es decir, una actitud muy propia de un hombre voluble.

Artesano Perfumista dijo...

Me pregunto, si en aquel monte, no quedo rebelada la condicion humana,
toda pecadora, reflejada en aquellos dos ladrones crucificados, junto con la salvacion y la esperanza
del mundo, en aquella cruz, el hombre quedo redimido, salvado, restituido de su pecado.
Pues la gesta de Cristo no puede ser menor, que el pecado de Adan,
si por la desobediencia del uno, vino el pecado y la muerte, por la obediencia del otro, vino el perdon y la vida.
Por lo tanto, toda la humanidad es salvada en la cruz,
ahora bien, el hombre sigue siendo libre de elegir, por su libre albedrio, entre la vida y la muerte,
como lo hicieron los dos ladrones,
El hombre pude reconocerse imperfecto y pecador, necesitado de la salvacion,en un gesto de humildad sincera
permitiendo a si que penetre en el, la gracia que le redime y purifica o puede negar la necesidad del perdon,
cerrando las puertas a algo que le supera, que le trasciende y que en el fondo teme.
El hombre quiere ser el protagonista de su propia historia y teme no serlo.
Pues si deja de serlo ¿ que es entonces?.
La humildad se contrapone al ego,
La humildad es un peldaño de la escalera de la sabiduria, que todos no se atreben a subir,
por que la fe, requiere valor, el valor de la entrega y una entrega incondicional.
Pido a Dios el don y la virtud de la entrega, para todos los que lean este mensaje y para mi mismo,
Por nuestro señor Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero.

Jose Mª

Maria Jose Acuña Belaustegui dijo...

Gracias Josimas, Dimas no insultó a Cristo, quien lo insultaba fue el otro ladró: " Uno de los malhechores que estaban crucificados con Jesús lo insultaba: «¿No eres tú el Mesías? ¡Sálvate a ti mismo y también a nosotros.» Pero el otro lo reprendió diciendo: «¿No temes a Dios tú, que estás en el mismo suplicio? Nosotros lo hemos merecido y pagamos por lo que hemos hecho, pero éste no ha hecho nada malo.» Y añadió: «Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino.» Jesús le respondió: «En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso.» "Lc.23:35-43
Pero sobre tu reflexion, todos somos débiles ante Dios, Dimas se arrepintió antes de morir, lo que muchas veces sucede con los hombres, gracias Josimas por tu visita, un abrazo

Maria Jose Acuña Belaustegui dijo...

Gracias Jose Ma. por tu valioso testimonio, pues es muy cierto, todos somos pecadores y Dios nos da la libertad de elegir entre el bien y el mal; somos soberbios, no queremos reconocer nuestros pecados es entonces cuando antes las puertas de la muerte descubrimos la Verdad, comprendemos lo equivocados que estábamos.
Sé que muchos habrán leído tu mensaje, yo lo guardé en mi corazón, Dios te bendiga Maria José